Entradas

Mostrando entradas de abril, 2021

De una estudiante con depresión

Pocas personas valoran el esfuerzo de los estudiantes, menos aún de aquellos con depresión: " Es lo que tienes que hacer ", " no es para tanto ",  " peor es trabajar ". He probado ambas cosas, y no considero que ninguna sea digna de desvalorizar, y menos aún teniendo un trastorno mental. Pero estudiar con depresión... admito que, en mi caso, se me hace aún más cuesta arriba que trabajar. La gestión del estrés, esos bajones al ver tu minúscula productividad, sentir que el mundo y tu alrededor sigue avanzando y avanzando mientras tú sólo tienes ganas de tirarte por la ventana más próxima. Mirar el calendario y ver como los fatídicos días se aproximan...  Menos ayuda la presión social, ya cargas con suficientes problemas como para que tengas que lidiar con distracciones teniendo una productividad baja, sintiendo que nunca echas suficientes horas por ese maldito déficit de atención y pensamientos intrusivos. Prefiero no añadir el doble golpe si sientes que nad

Gestionar la inmediatez

La evolución de la tecnologia es innegable y muy beneficiosa: comunicarte al momento con cualquier persona situada en cualquier parte del mundo, subir/compartir o consumir contenido provechoso, conectar con otras personas, formarte y un largo etc. Yo misma siento en cierta manera miedo de pensar como sería mi vida de no haber vivido y experimentado este crecimiento. Sin embargo, con el paso de los años ha acabado naciendo en mí una angustía ante esta inmediatez de la comunicación: he evitado mirar whatsapp de manera descarada o ingeniándomelas para responder sin meterme, otras temporadas he quitado la última hora o el doble tick . ¡Incluso en las redes sociales! Recibir respuestas o mensajes privados han llegado a hacerme sentir mal... a pesar de no ser una influencer, esa es la parte más graciosa del asunto. Por supuesto esto no le ocurrirá a todo el mundo, y tampoco sé que soy la única. Ojo, me gusta recibir atención como a casi cualquier persona, pero ese sabotaje de estímulos pued

Evolución

Ahora que me queda menos de un mes para mi cumpleaños (29), es casi ya una tradición que, cuanto más mayor eres, más piensas en todo lo que has experimentado desde la tierna y delicada infancia. Anoche, en una de esas ocasiones que piensas en este tipo de cosas, comencé a recordar todas las cosas que "quería ser de mayor": veterinaria, periodista, abogada... y pasando a ideas más fuertes en mi adolescencia soñando con algún día ser escritora, historiadora, psicóloga o simplemente dedicarme a dibujar. Sin embargo, entre los dieciséis y diecisiete años, paré de soñar de golpe. Ya no quería ni fantaseaba con ser nada, tan solo aspiraba a una simple y a la vez imposible (en la situación que me encontraba) cosa. Que me dejaran tranquila . Me entristece mucho como el ambiente puede influir en una persona, aún más en la adolescencia que en la infancia me atrevería a decir. No es que piense que nadie lo haya podido pasar peor y aún así poseer tal fortaleza que esto lo impulsara más a

Tecleando

No sé bien por qué he creado este blog sin pensar, por inercia. Quizá necesito soltar demasiadas cosas. Puede que sea porque no me atrevo a hablar de mí en otras redes sociales. Es posible que busque un refugio donde dejar una minúscula huella. Tal vez sea cosa del destino. Sea como fuere, aquí estoy, 12 de abril del 2021, escribiendo en una plataforma vieja y conocida, por inercia. Tengo tantas cosas que quiero decir que siento que se me atragantan en mis manos y no me permiten teclear las letras adecuadas. Apuesto también por mi odiada vena perfeccionista. No descarto mi terror a demostrar mis claroscuros al mundo. Pero quiero dar un pequeño e irrisorio paso por este camino. Para que me descubras. Y para descubrirme a mí misma. Por inercia. Pausada.